EBOLA la otra cara de la impotencia
Que más decir, que mas se puede añadir después de tantos días de desasosiego e incontinencia informativa, tras el contagio de Ebola de una auxiliar de enfermería en Madrid.
Provoca cierta tristeza y hundimiento moral todo lo vertido por algunos personajes sobre una persona tan valiente como la enfermera Teresa. Aprovecho estas líneas para mandar un abrazo fuertísimo a todas las personas que tienen la valentía de enfrentarse en pos de su ayuda a un enfermo de Ebola , conociendo el riesgo y sabiendo las pocas posibilidades actuales que tiene este enfermo de sobrevivir. Un sentido abrazo a este nuevo género de héroes, desconocidos personajes bajo sus trajes amarillos y el calor de África. Un abrazo también a los futuros y presentes héroes como Teresa que deberán afrontar esta enfermedad en Europa a partir de ya.
Vamos a ser claros: no hay vacuna contra el Ebola. Esto es como decir que de momento no hay solución definitiva, y que nos va a traer sufrimiento un cuanto tiempo mas.
Las vacunas constituyen el arma más valiosa que los humanos hemos desarrollado hasta ahora para luchar contra las enfermedades infecciosas víricas, y no hay vacuna contra esta, lamentablemente no hay.
Que nos queda entonces ante un virus tan letal?
El Ebola solo se trasmite mediante contacto con flujos corporales (eso sí, con muy muy poco basta) cuando el enfermo ya da signos de estar enfermo. Por suerte no es un virus como el de la gripe que se contagia fácilmente por vía aérea aun cuando el enfermo esta asintomático.
Por consiguiente el mecanismo de trasmisión del virus juega a nuestro favor (es un decir) en una sociedad concienciada y organizada como la nuestra. El virus tiene menos recorrido en principio que en África, siempre que aquí seamos capaces de contener al máximo la propagación y encontrar mecanismos eficaces de control en puertos y aeropuertos, principales puertas de entrada de ciudadanos que vienen de zonas expuestas
El principal inconveniente de cara a la propagación reside en nuestro modus vivendi, en la infinita movilidad de las personas, en el constante fluir de continente a continente. Aquí reside el principal obstáculo para atajar esta epidemia. Pero ojo, la ignorancia y la arrogancia también juegan un papel destacado.
resumiendo, hay cuatro ejes en los que se debe actuar a la espera de mejores perspectivas o descubrimientos:
-Los científicos deben seguir como hasta ahora, luchando contra reloj para ganar esta competición, investigando una vacuna, medicamentos anti víricos, sueros…
-Los políticos, deben manejar bien los riesgos, más allá del voluntarismo. Hoy debe ser una prioridad absoluta la preparación del personal sanitario y los espacios sanitarios públicos ante una infección que NO va a parar de gotear, mientras no se controle el brote africano.
-Los ciudadanos podemos hacer algo también. Podemos evitar viajes “inútiles” en zonas endémicas actuales de la enfermedad, facilitando así el trabajo de las organizaciones como la OMS que luchan por contener el brote. Recuerdo que un brote se da por extinguido cuando pasan 41 días sin nuevos contagios.También podemos ayudar mientras dure el brote africano, siendo muy cautos e higiénicos cuando nosotros mismos estemos inmersos en un proceso febril (lógico en invierno). Nunca se sabe. El virus viaja en clase turista.
-el personal sanitario debe seguir con su implicación y su magnífica actitud, al margen de lo que puedan decir algunos desalmados.
En fin, debemos concienciarnos que esto no se resolverá a corto plazo hasta que en África no se solucione definitivamente. Debemos asumir que la amenaza del Ébola solo se resuelve con ayuda humanitaria (personas + dinero) e investigación (personas + dinero), o sea donaciones, impuestos, investigadores y voluntarios.
Impotentes saludos a todos
es asi .
te felicito