GRIPE A : 3 normas para no pillarla
La gripe A es una de las variantes de la gripe. O sea que la enfermedad en sí, es la misma que una “GRIPE” convencional y lógicamente, cursará con los mismos síntomas (dolores , fiebre, tos…) y las mismas complicaciones (pneumonía…) afectando siempre mas intensamente a las personas mayores o con inmunodeficiencias.
No obstante, incidimos en ella por la gran repercusión que dan los medios a esta cepa.
Resumiendo, el virus de la gripe se clasifica en función de las combinaciones posibles de 2 de sus componentes: Las neuraminidasas (existen 19 tipos) y las hemaglutininas (existen 9 tipos). Esto da lugar a múltiples combinaciones, siendo las combinaciones H1N1 y H3N2 las que nos han afectado últimamente y las que encontramos en las vacunas.
La cepa H1N1 es la que se denomina ya definitivamente desde 2009, GRIPE A. Anteriormente la habíamos bautizado gripe porcina, o gripe aviar (según la procedencia que se había podido establecer), porque efectivamente esta variante de la gripe afecta también a estos animales.
Una de las características de las Gripes en general, es su capacidad de mutación, lo que les permite “sobrevivir” a las defensas que generan los organismos (de los humanos, de los cerdos, de las aves…) y que obligan a adaptar las vacunas cada año.
Y esta cepa, la H1N1, en particular.
Cuando muta en organismos como los anteriormente descritos y adquiere la capacidad de contagiar al hombre y de hombre a hombre….alerta máxima, porque raramente podremos anticipar su potencia letal.
Por suerte, esto sucede en contadas ocasiones, pero cuando sucede, da lugar a pandemias muy expansivas, con altas tasas de mortalidad por ser gripe.
Por ello, lo mejor, es intentar NO infectarse, respetando toda una serie de normas . Les aconsejamos 3 :
- lavarse las manos frecuentemente , y evitar al máximo el contacto de las manos con objetos susceptibles de estar contaminados ( paños de puerta,….)
- llevar una mascarilla que nos proteja de la tos ajena y/o que proteja a los otros de la nuestra.
- Reforzar su inmunidad tomando, por ejemplo, probióticos (que dificulten la fijación de los virus) o algunas vitaminas, para estar lo más preparado posible ante la adversidad
muy interesante