¿Quién debe vacunarse de la gripe?
Como cada año en esta época llega la campaña de vacunación contra la gripe. Esta campaña va dirigida a los principales grupos de riesgo y a aquellas personas que tengan riesgo de transmitir la enfermedad a personas con factores de riesgo.
La vacuna de la gripe tiene como objetivo proteger contra las formas graves de la infección por el virus de la gripe. No es una vacuna que proteja contra el resfriado común, que en muchas ocasiones suele confundirse con la gripe.
La gripe se caracteriza por fiebres altas, dolores musculares y otros síntomas respiratorios similares a los del resfriado común, y puede llegar a complicarse, sobretodo en pacientes de alto riesgo, con neumonías y otros problemas en diversos órganos pudiendo causar incluso la muerte.
Cada año se fabrican nuevas versiones de esta vacuna con aquellos virus que se creen que estarán más presentes. El efecto de la vacunación no dura más de un año, por eso conviene volver a administrarse la vacuna año tras año.
¿Cuáles son las personas con factores de riesgo?
- Principalmente las personas mayores de 65 años, especialmente aquellas que residen en instituciones y/o con otras personas en factor de riesgo.
- Niños mayores de 6 años y niños y adolescentes de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico.
- Mujeres embarazadas.
- Personas con enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o pulmonares.
- Niños y adultos con enfermedades metábolicas como la diabetes o la obesidad mórbida.
- Todas aquellas personas que sufran insuficiencia renal, anemias, enfermedad hepática crónica, enfermedades neuromusculares graves, VIH, cáncer, síndrome de Down, demencias entre otras.
- Aquellas personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que están en factor de riesgo como trabajadores de centros sanitarios y de instituciones geriátricas.
La vacuna de la gripe es una vacuna segura. Puede provocar un cuadro febril leve que no dura más de 1 o 2 días, así como inflamación en el lugar donde se ha aplicado, generalmente leve y de corta duración.
Los efectos adversos más graves son extremadamente raros, y el riesgo de padecerlos es mucho menor que el riesgo de una complicación grave de la infección por el virus de la gripe.